Compañeros trabajadores afiliados al PRD nos envían una propuesta interesante en relación al necesario rescate del partido de manos de los burócratas del Comité Ejecutivo Nacional. Reproducimos íntegramente, a petición suya, el texto que nos envían:
IZTAPALAPA Y CANANEA MARCAN EL CAMINO
Las elecciones del pasado 5 de julio de 2009 significaron un rechazo rotundo, una derrota en toda la línea a la política neoliberal implementada por el gobierno federal de Felipe Calderón y su partido (PAN). El mayor triunfo del PRI se apoyo en apoyar la política neoliberal, pero de manera muy astuta, lo disfrazo y oculto a la mayoría de la población. Con este engaño, y una campaña de medios apoyada por televisa y teveazteca cuyos dueños se benefician de la crisis económica, evitó el voto de castigo, diluyendo las inconformidades de la población echándole la culpa a Calderón y al PAN, no obstante este engaño se reflejo en un enorme porcentaje de abstencionismo, canalizando parte del descontento al voto nulo, beneficiándose de este sector que jugó el papel del “tonto útil”.
El rechazo de más de 60 millones de mexicanos al sistema y en especial a la política neoliberal, es una derrota evidente para el PAN, pero también para la burocracia del PRD identificada como los “chuchos”.
Diversos analistas de manera simple, sin apoyar sus dichos en datos concretos, concluyen que el PRD fue derrotado, cuando en realidad la derrota fue para el grupo Nueva Izquierda cuyas cabezas visibles son Jesús Ortega y Jesús Zambrano, de ahí les viene el nombre de “chuchos”.
Las mejores pruebas de ello son el DF en donde el PRD no fue derrotado porque los “chuchos” son débiles. Otra prueba contundente es Iztapalapa, área geográfica en donde habitan los trabajadores de más bajos salarios y de mayor carencia de servicios, es decir, la zona más pobre del DF. Iztapalapa se movilizón y en sólo dos semanas de campaña, todo un record mundial, la población respondió como un solo hombre, desde la base, a la convocatoria del movimiento “obradorista”. Andrés Manuel López Obrador demostró que si se puede derrotar al PRI, al PAN y los “chuchos” del PRD aliados en la maniobra fraudulenta del Tribunal Electoral que anulo la candidatura de Clara Brugada. En Iztapalapa fueron derrotados de manera rotunda el fraude del Trife y los neoliberales de escandalosa. La derrota de Silvia Oliva, esposa de Rene Arce, quien a su vez es amante de Ruth Zavaleta, ante la candidatura de “Juanito” registrado por el PT es todo un dechado de capacidad y demostración de cultura política de los trabajadores mexicanos. La victoria de “Juanito” demuestra que los trabajadores si saben de política, si entienden de política, pero a condición de que se les hable claro y exista un equipo con implantación previa aque canalice la acción política.
En el Estado de México, el PAN fue derrotado en toda la línea, desapareció el corredor azul, pero también el amarillo. Pero reiteramos, esta derrota contundente no fue al PRD, fue para los "chuchitos", es decir toda la fauna política que trabaja aliada al actual comité estatal. Una derrota escandalosa, que obligaría a un político con un poco de dignidad a renunciar, pero los directivos estatales no renunciaran al cargo a pesar de la derrota total, por que su amor al “hueso” es mayor que el amor al PRD, a la causa popular, porque no tienen ética política. Los perredistas de todo el país debemos tener claro, que estos aliados menores de los “chuchos”, los “chuchitos” y su política fue la que sufrió la derrota.
No es una derrota del PRD, por que el PRD, es mucho más que esa bola de zánganos e Iztapalapa es la prueba contundente.
Repito: es una derrota de la política, de los métodos de los “chuchos” y los “chuchitos”, que es diferente de la que concibe la base del PRD. Por ello, debemos exigir seriedad a los analistas, que apoyen sus conclusiones en hechos concretos y no en generalidades, exijámosles que no confundan la política, los métodos de los “chuchos” con el PRD de la base, que son diferentes. Esta derrota de los burócratas del PRD indica que ya es hora de un cambio, sí, pero no con el clásico, únanse que yo los dirijo.
Es hora del cambio profundo, meditado, de un cambio no de personas, sino de métodos. Este cambio requiere refundar el PRD desde los comités de base, volver a la estructura de los comités de base, reconstruirlos, que la política y las decisiones se tomen desde la base, desde los Comités de Base, para ello hay que hacerlos funcionar de manera democrática.
Muchos perredistas y simpatizantes se alejaron del partido porque los “chuchos” lo transformaron en un partido electorero, sólo durante las elecciones se acordaban de la militancia y eso a veces, sólo para qué voten. Por ello además de reconstituir los comités de base del partido, debemos intervenir exigir, que el partido intervenga no sólo en lo electoral, sino también en lo cotidiano, en la vida diaria de las colonias, en los sindicatos, en las escuelas, en los pueblos, ejidos, comunidades. Exijamos que se olviden de los industriales, y caciques regionales, de los políticos quemados que van de un partido político a otro, que son admitidos por que dan una lana, o pueden darla, obliguemos desde la base a voltear la vista a los trabajadores como en Iztapalapa. El nuevo PRD debe estar con los trabajadores de la ciudad y del campo, que somos los únicos que producimos la riqueza y somos la absoluta mayoría de Tlalnepantla, de México y del mundo.
Reconstruyamos el PRD, impulsemos a que se ligue a la lucha viva de los pobladores, que luche por los derechos de la juventud a la educación, al empleo, a la salud, el derecho de los viejos a una vida digna, a una pensión y atención médica gratuita; el derecho de las mujeres a una igualdad real y no de discurso; el derecho de los niños a disfrutar su niñez y no obligarlos a trabajar. El derecho al empleo, a la estabilidad en el trabajo, a salarios dignos, a prestaciones de ley, al derecho de sindicalización y huelga. Un PRD que se comprometa en la lucha contra los charros sindicales como Elba Esther Gordillo. Joel Ayala, la CTM, la CTC, etc. Que luche contra los papalotes que van según el viento del PRI al PAN, al PVEM, PCD, o al PRD, etc. Un PRD que decida en discusión fraterna desde la base.
Obrador y su visita a nuestros hermanos trabajadores mineros en huelga desde hace más de dos años de Cananea, Sonora y la bienvenida que le dieron marcan el camino a seguir. Debemos obligar al apoyo a todas las luchas del pueblo trabajador, a los de Atenco, Oaxaca, maestros, colonos, estudiantes, zapatistas, todos en un frente único. Iztapalapa es el ejemplo a seguir, ahí no se necesito a los empresarios, ni cartuchos quemados ajenos al movimiento de los trabajadores, porque Juanito triunfo y así lo hará Obrador, con el apoyo exclusivo de los trabajadores, de nadie más.
Reconstruyamos el PRD en alianza con todos los movimientos auténticos en resistencia, deslindemos al PRD del actuar de políticos neoliberales como los gobernadores de Chiapas, Guerrero, etc.. Reconstituyamos apoyando la justa lucha de las comunidades indígenas, campesinas y zapatistas. Reconstruyamos un PRD con un frente único construido desde la base.
Pretender reconstruir el PRD con el clásico, únanse yo los dirijo y los represento, es repetir el método de los “chuchos” y sus aliados. Y los trabajadores ya no seremos los tontos útiles para que se forme una nueva burocracia. Por ello una demanda inmediata pasa por la reconstrucción de los Comités de Base y por implementar las decisiones de abajo hacia arriba, es decir de manera democrática, y no como pretenden los imitadores de los burócratas de las direcciones municipales, estatales y nacional.