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jueves, 13 de agosto de 2009

EL SOCIALISTA CENTROAMERICANO NÚMERO 87


NOTICIAS DE HONDURAS Y CENTROAMERICA
¡POR LA DERROTA DE LOS MODERNOS FILIBUSTEROS Y LA REUNIFICACIÓN SOCIALISTA DE LA PATRIA CENTROAMERICANA!

Les presentamos a continuación el número 87 del periódico EL SOCIALISTA CENTROAMERICANO, editado por el Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) correspondiente al mes de Julio del año 2009.
Nuevamente dedicamos este número a analizar la situación en Honduras a raíz del golpe de Estado del pasado 28 de Junio
Los golpistas jamás se imaginaron que con el derrocamiento del presidente Manuel Zelaya, lejos de devolver la paz social y la estabilidad política a Honduras, la situación evolucionaría rápidamente hacia una situación prerevolucionaria, caracterizada por una creciente debilidad y asilamiento nacional e internacional del gobierno espurio de Roberto Micheletti, y por una vigorosa resistencia de masas. Los de arriba ya no pueden gobernar fácilmente como antes, y los de abajo no quieren seguir siendo gobernados por los golpistas. Una situación pre revolucionaria puede terminar en una revolución triunfante o en una dura derrota. En Honduras todavía no hay nada definido, todo depende de la lucha en las calles y, sobre todo, de la conducción de la lucha contra el golpe de Estado.
Se pueden diferenciar dos bandos o polos opuestos: por un lado, el bando conformado por los golpistas, el estado mayor de las fuerzas armadas, la Iglesia, la burguesía y sus asalariados y, por el otro lado, el bando de la resistencia popular con el Frente Nacional contra el Golpe de Estado a la cabeza, que agrupa a un ala del gobernante Partido Liberal y las centrales obreras y la Coordinadora de Resistencia Popular (CNRP). Dentro de la amplia y necesaria alianza política contra el golpe de Estado, quienes han estado encabezando las movilizaciones han sido los sindicatos magisteriales, el Bloque Popular y resto de organizaciones del movimiento popular.
Sin embargo, quienes están imponiendo la dinámica de la negociación a toda costa, son los sectores del Partido Liberal afines al presidente Manuel Zelaya. Las centrales obreras y la CNRP guardan un profundo silencio y no se diferencian políticamente de esas posiciones suicidas. Manuel Zelaya ya terminó aceptando la mediación de Oscar Arias y su Plan de 7 puntos. Existe una enorme contradicción entre ésta conducción política mediatizadora, que se ha metido de cabeza en el pantano de las negociaciones con los golpistas, por un lado, y las bases obreras y populares que luchan a diario en las calles contra el golpe de Estado, por el otro. Los primeros aspiran llegar a un acuerdo que permita la reinstalación pacifica del presidente Manuel Zelaya. Los segundos aspiran a eso y mucho más, ya que con su movilización están haciendo tambalear las estructuras del Estado burgués.
No cabe la menor duda que los golpistas tienen la estrategia de desgastar a las masas en resistencia, para conducirlas posteriormente a la trampa de unas elecciones anticipadas, convocadas por los golpistas. Cambiar todo para que no cambie nada. En ese sentido, las negociaciones en Costa Rica, lejos de ayudar a salir más rápidamente de los golpistas, están sirviendo para crear falsas expectativas, están contribuyendo a la desmovilización y la desmoralización del movimiento de masas.
La propuesta de un gobierno de reconciliación nacional entre Manuel Zelaya y los golpistas intenta mezclar el agua con el fuego, debe ser rechazada tajantemente por quienes luchamos contra los golpistas. En cualquier lucha se puede producir alguna negociación con los enemigos, pero nunca debe poner el peligro los objetivos de la lucha. Una cosa es negociar la rendición de los golpistas, y otra muy diferente es convertir la negociación en el eje de la lucha, tal como lo está haciendo el presidente Manuel Zelaya.
Sin descansar ni dividir la lucha unitaria contra los golpistas, el Bloque Popular, las centrales obreras y la CNRP deben prepararse y convertirse en una alternativa de poder, propia de los trabajadores, independiente, única manera de garantizar el triunfo sobre los golpistas. Y ese camino pasa por la huelga general, el levantamiento popular, el derrocamiento de Micheletti y la inmediata convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente, libre, soberana e independiente, que reorganice Honduras en beneficio de los más pobres.
También analizamos el significado de los 30 años del derrocamiento de la dictadura somocista en Nicaragua y los motivos del fracaso de la revolución en Nicaragua.
Partido Socialista Centroamericano (PSOCA)

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La crisis que vive actualmente el capitalismo pone al orden del día la urgente necesidad de una organización que eleve el nivel de conciencia de los trabajadores para acabar con la explotación del hombre por el hombre y establezca un gobierno de los trabajadores del campo y la ciudad