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viernes, 15 de mayo de 2009

MOVIMIENTO MAGISTERIAL DE 1989



INICIA LA CAIDA DE VANGUARDIA REVOLUCIONARIA Y CARLOS JONGUITD BARRIOS

JOSE T. CARDOZA OLIVAS
Uno de los miembros fundadores de la CNTE
Profesor Investigador de la Escuela Normal Superior de México (ENSM)
El año de 1989 se dio el movimiento huelguístico más grande que registra la historia de México. Convocados por la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE del SNTE), desde el 17 de abril al 15 de mayo, cientos de miles de trabajadores de la educación se fueron incorporando al paro, y conforme a la fuerza, apoyo y solidez de cada contingente acordaron que el paro fuera indefinido o paro parcial.
Las cifras proporcionadas por los representantes de la Comisión Nacional Negociadora ante la Asamblea Nacional Representativa de la CNTE, indicaban que hacia principios del mes de mayo más de 750 mil trabajadores de la educación se encontraban movilizados, y contaban con el apoyo de alumnos y padres de familia, dando en todo el país una prueba de la fuerza del pueblo trabajador organizado. [1]
Cabe señalar que las dos demandas que aglutinaron tan enorme contingente fueron: “democracia sindical y aumento salarial del 100%”. Y se dan en el Sindicato más grande de Latinoamérica, que agrupa a más de 1,200,000 afiliados. El SNTE se ha caracterizado desde su nacimiento por ser un sindicato corporativo y cuyos dirigentes son de los más entreguistas al gobierno en turno.
La CNTE como corriente sindical clasista se fundo los días 16 y 17 de diciembre de 1979, durante un foro convocado por el Consejo Central de Lucha Unificado de Chiapas y Tabasco en la ciudad de Tuxtla Gutiérrez en el que participamos un numeroso grupo de maestros de todo el país, se acordó integrar en un frente único sindical con el nombre de Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación y Organizaciones Democráticas del SNTE (CNTEyOD, hoy CNTE).
En este frente sindical se aglutino un amplio abanico de corrientes político-sindicales. Entre las más sobresalientes se encuentran grupos regionales o sectoriales como el Consejo Central de Lucha (CCL) de Chiapas, el CCL de Tabasco, el Consejo Sindical del Magisterio de Guerrero, el Consejo de la Región Laguna, el Movimiento Democrático Revolucionario del Magisterio de Querétaro, el Frente de Trabajadores de la Educación de Yucatán, la Coordinadora de Trabajadores del IPN, La Asamblea Nacional de Maestros Coordinadores de Telesecundarias), o corrientes sindicales muchas de ellas expresión de alguna organización o partido político como el MRM del Partido Comunista; la COSID del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT) y la Alianza de los Trabajadores de la Educación (ATE) de la (LOM) ambas de orientación trotskista; la Corriente Socialista Magisterial, (CSM), la Organización Democrática del Magisterio (ODM), Frente Magisterial Independiente Nacional (FMIN), El Bloque Reivindicador del Valle de México (BRVM), la Unión Magisterial Independiente (UMI) expresiones de grupos maoístas.
Desde que se conformó la CNTE la lucha ideológica fue intensa, y en el debate interno se enfrentaron dos posiciones aparentemente antagónicas para definir la estrategia de lucha de la CNTE; la de conformar a partir de los integrantes de la Coordinadora un nuevo sindicato independiente; o debía impulsarse un frente único sindical para rescatar al SNTE como arma de lucha de los trabajadores.
Después de fuertes debates, en una decisión madura, la CNTE acordó que la estrategia debía ser la de rescatar al SNTE como arma de lucha, convirtiendo a la Coordinadora Nacional en una corriente al interior del SNTE, desde entonces las fuerzas se han centrado en recuperar nuestra organización por medio de una lucha intransigente contra el charrismo sindical, que ha sido el instrumento del Estado para controlar y manipular al magisterio.
En la CNTE también se dio la lucha político ideológica para definir el papel de las organizaciones y partidos y evitar la manipulación y los agandalles. Fuerte y enriquecedora fue la discusión, quedando de manifiesto que mientras los partidos políticos con registro como el PCM [2] y el PRT [3] participaban en la CNTE de manera abierta con el MRM y la COSID; pequeños partidos políticos sin registro también participaban como el PCM(ml) con la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE), la Liga Obrera Marxista con la ATE, y otras organizaciones políticas maoístas que se autodefinian como antipartido como los llamados leperos de Línea Proletaria[4], la OIR Línea de Masas, el FMIN; o los activistas aglutinados en el periódico Claridad, furibundos antipartido en el magisterio, pero que impulsaban el Partido de la Unidad Obrera Independiente con Ortega Arenas.
Desgastante en muchos momentos pero enriquecedora fue esta discusión, y conforme se desarrolló el movimiento, quedó a la luz de los activistas que no había “virginidades” políticas y que era positiva la participación de los partidos y organizaciones políticas en el movimiento, pero dentro de un marco de control. Quedó claro que los activistas que se autoproclaman ajenos a los partidos, como vírgenes políticas, acababan promoviendo a alguna organización política, con poco arraigo y pequeña, por lo que tienen que ocultarla por ello atacan a los partidos grandes. Otros denuncian a los partidos electoreros y cuando les respondían que ellos eran militantes de un organización política, calificaban inmediatamente de policías a quienes les habían quitado la máscara de virgen política y su practica de denuncia dignos del mejor provocador policiaco. Por ello, la CNTE determinó que las votaciones se hicieran por contingente, dando a cada uno, una representación y voto proporcional al contingente que moviliza. Se reconoce el derecho de los grupos y partidos políticos a participar pero como activistas en lo individual para que contribuyan con su formación y experiencia en el movimiento, pero sin voto.
La CNTE fue el polo aglutinador del descontento entre los trabajadores de la educación. De 1979 a 1989 protagonizó luchas que permitieron el rescate del SNTE en las secciones 7 y 40 de Chiapas (con más de 50,000 afiliados), de la sección 22 de Oaxaca (más d 45,000 trabajadores).
Ante el impulso de la CNTE, los maestros democráticos en estrecha unión con los organismos estudiantiles de la Escuela Normal Superior de México (ENSM) ayudaron a formar en sus aulas a los mejores cuadros sindicales y políticos que todavía hacen sentir su presencia en todo el país; convirtiendo sus instalaciones en el cuartel general, no sólo del magisterio sino también de todo el movimiento social en el país. Los auditorios de la Normal Superior fueron testigos de miles de asambleas de maestros, obreros, campesinos, colonos, mujeres, estudiantes; razón por la cual el Estado descargo todo su odio y le quitó las instalaciones de Fresno 15, argumentando el ideólogo del PRI, Jesús Reyes Heroles que había una falla geológica, que con el transcurso del tiempo se comprobó que era una mentira más de este nefasto político enemigo de los trabajadores.
Son de recordar las luchas del magisterio de los CCL de Morelos (sección 19), del Valle de México (sección 36) y de Hidalgo (sección 15) que en conjunto aglutinaban mas de 80,000 trabajadores. Movimientos que fueron presa de la represión más brutal de parte del grupo caciquil priísta Vanguardia Revolucionaria, que encabezaba Carlos Jonguitud Barrios y que tenía como alumna predilecta a Elba Esther Gordillo. Estos caciques con la fuerza que les da manejar más de 1,200 millones de pesos en cuotas sindicales al año compran voluntades, y apoyados en la fuerza del Estado, con policías, grupos de choque y pistoleros a sueldo enfrentaron a la CNTE.
Asesinatos de Misael Nuñez Acosta en el Estado de México, Pedro Palma de Hidalgo, la cobarde agresión contra Ariel Barcenas en Morelos, el secuestro de Esequiel Reyes Carrillo, alumno de la ENSM y militante de la sección 36 de Valle de México, entre otros muchos crímenes templaron la voluntad de lucha de los miembros de la CNTE, forjando a toda una generación de luchadores sociales y sembrando la semilla que brotara con todo ímpetu a principios de 1989, con marchas multitudinarias que simultáneamente partían desde cinco puntos distintos de la ciudad de México y que en cada una, decenas de miles de manifestantes confluían en un solo punto: el zócalo de la ciudad; llenando no una vez, sino varias veces la plancha del zócalo capitalino; tal era la efervescencia del movimiento.
continuara

NOTAS
[1] Para mayores datos se recomienda el libro “Historia del Movimiento Magisterial 1910-1989” de E. Avila Carrillo y Humberto Martínez B; Ediciones Quinto Sol, México 1990, pág 104.
[2] El PCM entrego su registro, su periódico y todos sus bienes al frente que fundaría al hoy denominado Partido de la Revolución Democrática PRD.
[3] El PRT perdió su registro electoral en 1986 dividiéndose; y sus militantes se han integrado en diferentes organizaciones sociales y políticas. Un fuerte sector se incorporó al Frente Zapatista de Liberación Nacional (FZLN), otros se integraron al PRD o al PT, un pequeño núcleo formo la Liga de Unidad Socialista (LUS) y un grupo todavía más pequeño se sigue autodenominado PRT, otro pequeño núcleo formó el Partido obrero Socialista (POS) un sector significativo del sector campesino integra la UGOCEP con fuerza en Oaxaca y Veracruz.
[4] Este grupo (LP) llego a tener bajo su influencia las más grandes secciones de los Sindicatos Minero, Telefonistas, y del SNTE en las secciones 7 y 40 de Chiapas y una influencia muy grande en grupos regionales campesinos y de colonos.

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