miércoles, 16 de abril de 2014


INDEPENDENCIA DE CENTROAMÉRICA
El plan de Iguala y la anexión a México
Por Maximiliano Cavalera  [1]
El 24 de febrero de 1821 fue proclamado en la ciudad de Iguala, México, el plan que lleva el nombre de dicha ciudad, es decir, el plan de Iguala. Este plan fue diseñado por Agustín de Iturbide y proclamaba la independencia de México adoptando un sistema monárquico, preservando el privilegio de la corona a Fernando VII, miembro de la casa de los Borbones, o en su ausencia, cualquier otro infante en línea de sucesión. Siete meses después, las luchas por la independencia en toda Latinoamérica llegan a Centroamérica y la presión del pueblo exige la independencia respecto de la corona española. La presión social era tan fuerte, que el 15 de septiembre de 1821 en la ciudad de Guatemala se proclama la independencia de las repúblicas centroamericanas. Este proceso tan singular es propio de Centroamérica, en donde fue la misma institucionalidad criolla la que proclamó la independencia sin siquiera disparar una bala. Esta situación sin precedentes en Latinoamérica terminaría marcando el destino de la patria centroamericana; ante la cobardía de nuestra oligarquía criolla por construir un Estado nación, terminó buscando el primer palo en que ahorcarse y los Estados Centroamericanos se anexaron al plan de Iguala, dejando a la nación centroamericana bajo la égida de la pretensión monárquica en México.
LA COLONIA ESPAÑOLA
Desde la época de la colonia la monarquía española dividió territorial y administrativamente sus colonias. En el caso de Centroamérica no existían grandes imperios, como era el caso de México y el Perú, todo lo contrario, en lo que es actualmente Centroamérica nos encontramos con una gran variedad de tribus que se encontraban en diferentes estadios productivos. Es decir, Centroamérica estaba poblada por migraciones indígenas del norte de América y del sur de América. Muchas de estas poblaciones eran recolectoras y practicaban el comunismo de consumo, otras estaban en la etapa esclavista. Sin embargo, no se conocía un imperio ni organización política que hubiese avasallado grandes poblaciones. Es hasta la llegada de los españoles que se inicia el proceso de conquista de las poblaciones indígenas. Aun así, la conquista no significó una orientación sistemática y dirigida, Guatemala fue conquistada por Pedro de Alvarado, en cambio la conquista por el sur la realizó Francisco Hernández de Córdoba. Curiosamente este había participado activamente junto a Hernán Cortez en la conquista de México.
La conquista española significó el vasallaje de todas las poblaciones indígenas de Centroamérica, muchas con lenguas, alimentación, dioses y tradiciones comunes. Para asegurar este vasallaje la corona española dividió sus colonias con centros administrativos en donde se concentraba toda la burocracia estatal. La corona española decidió que tenía que hacer política y bajar sus orientaciones en bloques, así fue que se organizaron los Virreinatos de Nueva España, de Perú, Nueva Granada y de la Plata. Dentro del virreinato de la Nueva España se encontraba La Capitanía General de Guatemala. Esta Capitanía se encontraba compuesta por lo que actualmente son las repúblicas de Centroamérica, Chiapas y una provincia de lo que es actualmente Panamá.
Para toda la España latinoamericana, la colonia significó la segregación de las comunidades indígenas, pero no solo de nuestras comunidades autóctonas, sino de los africanos que fueron esclavizados y traídos a las américas para servir como esclavos, de los mestizos y hasta de los mismos hijos de españoles que nacieron en nuestras cálidas tierras. El despotismo era el pan de cada día, pero a esto se sumaban las enormes cargas impositivas que tenían que pagar las colonias para mantener los lujos decadentes de la corona Española.
LA INDEPENDENCIA Y EL PLAN DE IGUALA
Pero el colonialismo tenía sus días contados, en América Latina se comienzan a organizar movimientos independentistas. Grandes serían los nombres de Bolívar, San Martín y otros que lucharon por la independencia. Contradictoriamente, el golpe de gracia a la corona Española lo asestaría la pretensión expansionista de Napoleón Bonaparte, quien al invadir España le asesta un golpe contundente a la corona. Así es que en el virreinato de Nueva España se comienzan a producir luchas importantes por la independencia. En el caso de Centroamérica se producen brotes en algunas ciudades en 1810. Estas pequeñas revueltas fueron sofocadas por la oligarquía criolla. Así es que el 24 de febrero de 1824 en México se proclama el plan de iguala; este pretendió instaurar una monarquía constitucional. El plan tenía 3 pilares fundamentales que eran: establecer la independencia de México de España, establecer la religión católica como única, establecer la unión de todas las clases sociales. Al darse el plan de Iguala, la Capitanía General de Guatemala estaba entrando en una profunda crisis política, su población estaba dividida así: “Las provincias más pobladas eran Guatemala y El Salvador. Los habitantes de Nicaragua se concentraban en el área de los lagos y litoral del Pacífico. El este de Honduras era un espacio natural vacío y en el centro y el oeste habitaban dispersos algunos pueblos de indios. La mayoría de las gentes de Costa Rica vivían entre montañas, en el Valle Central.” [2] Por otra parte algunas ordenanzas que buscaban cómo saquear más a las poblaciones indígenas sembraron un enorme descontento social: “Las normas fiscales introducidas en 1747, ataron a los pueblos de indios a los intercambios mercantiles, y las ordenanzas reales de 1785 crearon las intendencias de Chiapas, Salvador, Honduras y Nicaragua -incluida Costa Rica-. La monarquía pretendía satisfacer los apetitos de tierras, riquezas y dinero de los hacendados, funcionarios, clérigos y comerciantes locales, en consonancia con los privilegios de las clases dominantes de Guatemala.” (Ídem). No es nada extraño que al final del período colonial las insurrecciones indígenas fuesen cosa común dentro de la Capitanía General de Guatemala: “Hubo cuatro enfrentamientos entre populares con las tropas de la monarquía. El primero en noviembre de 1811 en San Salvador, cuando se solicitó un obispado independiente de Guatemala. El segundo en diciembre de 1811 en Granada, debido al malestar por las ventajas políticas de León y la mala gestión del Intendente. La tercera de nuevo en San Salvador, en enero de 1814, inspirada por la insurrección de Morelos. La lucha más importante ocurrió en Guatemala en diciembre de 1813, organizada en los pasillos y la iglesia del convento de la orden de los Bethlemitas. Estos movimientos fueron disueltos y reprimidos en 1814 y 1815.” [3]
Analizando bien el andamiaje colonial, uno puede llegar a la conclusión de que al finalizar la época colonial, las provincias supeditadas a la Capitanía General de Guatemala tuvieron enromes recelos de la administración colonial: “En un segundo momento esos Consulados, asentados en Guatemala, fueron la base de la élite que consolidaría el comercio en el istmo. El hilo conductor fue siempre una política que impedía de facto el libre comercio. Este fue uno de los motivos que empujaron a los conservadores centroamericanos, que no tenían lazos con esa élite, sobre todo de León, en Nicaragua, Comayagua, en Honduras, y Cartago, en Costa Rica, para que inmediatamente después de la independencia de España, solicitaran a México la anexión.” [4] En este proceso de independencia se debe ver claramente que las élites conservadoras lo que más temían era que la independencia fuese proclamada por el pueblo y por ende, perdiesen los privilegios que la misma corona les había otorgado. ¡Qué contradicción más grande! fueron los agentes de la corona los que declaran la independencia, pero sus verdaderas intenciones y el propósito de la anexión al plan de Iguala esta resumida en un abstracto de la declaración de independencia de las provincias de Centroamérica: “Que siendo la independencia del Gobierno Español la voluntad general del pueblo de Guatemala, y sin perjuicio de lo que determine sobre ella el Congreso que debe formarse, el Sr. Jefe Político lo mande publicar para prevenir las consecuencias, que serían temibles en el caso de que la proclamase de hecho el mismo pueblo.” [5] El temor a una insurrección popular hace que los criollos centroamericanos busquen la sombra de Iturbide y el plan de Iguala para protegerse de cualquier insurrección armada que aboliese sus privilegios. Esta se transformaría en la norma en nuestros criollos y futura burguesía, que buscaría la ayuda o el protectorado de alguna potencia en aras de defender sus privilegios materiales, en aquella época fue México, luego el imperialismo norteamericano.
En 1823 fue derrotado Iturbide y el plan de Iguala fue aniquilado; para ese entonces las oligarquías criollas centroamericanas declaraban una segunda independencia proclamando Las Provincias Unidas de Centroamérica, en el acta de independencia quisieron enmascarar su incapacidad para construir un Estado y declaraban: “Considerando por otra parte: que la incorporación de estas Provincias al extinguido Imperio Mejicano, verificada solo de hecho en fines de 1821 y principios de 1822, fue una expresión violenta, arrancada por medios viciosos e ilegales”. Como vemos, nuestra primera independencia fue efímera, nuestra oligarquía nos supeditó a una potencia para preservar sus privilegios, en los hechos fueron incapaces de siquiera construir un Estado para la nación centroamericana. Pasados 180 años de la declaración del Plan de Iguala y nuestra anexión al imperio de Iturbide, la tradición de nuestras burguesías es tan entreguista como la de aquel entonces, por ende, será tarea de los y las trabajadores de Centroamérica luchar por nuestra verdadera liberación.




[1] EL SOCIALISTA CENTROAMERICANO (PSOCA) http://elsoca.org/index.php/america-central/movimiento-obrero-y-socialismo-en-centroamerica/3251-centroamerica-el-plan-de-iguala-y-la-anexion-a-mexicoPSOCA
[2] La independencia de Centroamérica en las luchas de descolonización, Juan del Llano.
[3] Ídem.
[4] Centroamérica y México: desde la anexión hasta el Plan Puebla Panamá. Rosamaría Messén Ghidinelli.
[5] Acta de Independencia de Centroamérica.

¿OTRA GUERRA HONDURAS vs EL SALVADOR?

DECLARACIÓN DEL PSOCA
¡¡ISLA CONEJO ES CENTROAMERICANA!!
¡¡ABAJO EL NACIONALISMO REACCIONARIO!!
¡¡POR UNA ASAMBLEA NACIONAL CONSTITUYENTE CENTROAMERICANA QUE RECONSTRUYA EL ESTADO FEDERAL !!

El actual litigio territorial entre Honduras y El Salvador por Isla Conejo, en el Golfo de Fonseca, forma parte de un viejo conflicto por intereses económicos y comerciales entre la oligarquía de las 14 familias de El Salvador y la burguesía de Honduras. Este no es un asunto nuevo. En 1969 se produjo la llamada “Guerra del Futbol”, una absurda guerra fratricida marcada por intereses económicos contradictorios entre ambas burguesías.
¿Por qué pelean por un islote?
Isla Conejo mide 0,5 km² (50 hectáreas), forma parte de las 32 islas ubicadas en el Golfo de Fonseca, amplio espacio marítimo que comparten El Salvador, Honduras y Nicaragua. El conflicto territorial entre El Salvador y Honduras por el control de algunas islas del Golfo de Fonseca, fue ventilado en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya, la cual dictó sentencia el 11 de septiembre de 1992, asignado la soberanía sobre las islas Meanguera y Meanguerita a El Salvador, y la soberanía de la Isla Tigre a Honduras.
El gobierno de Honduras ha argumentado que la soberanía de Isla Conejo nunca estuvo en discusión, porque siempre ha estado bajo la administración del Municipio de Goascorán, departamento de Valle, Honduras. El gobierno de El Salvador ha argumentado que desde 1983 permitió a las Fuerzas Armadas de Honduras ocupar militarmente la isla, como parte de una medida para controlar el paso de armas desde Nicaragua hacia la guerrilla del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), pero después de los Acuerdos de Paz continuó la ocupación de Honduras hasta nuestros días.
Estos argumentos son superficiales y esconden el verdadero motivo. Isla Conejo ha cobrado importancia estratégica a partir del anuncio del gobierno de Honduras, en el año 2013, de la construcción de un canal seco, por medio de una vía férrea, que uniría Puerto Castilla, departamento de Colón, en la costa caribe de Honduras, hasta el Puerto de Amapala, Isla del Tigre, en el Golfo de Fonseca, costa del Océano Pacífico. Los trenes llegarían hasta el puerto de Amapala a través de un puente de 3 kilómetros de largo. Isla Conejo está cercana a Isla del Tigre y enfrente de puerto La Unión (en el mismo lugar de Puerto Cutuco), el gran proyecto portuario y comercial de la burguesía salvadoreña. El origen del conflicto por Isla Conejo es el choque de intereses entre ambos puertos, que aspiran a monopolizar una buena parte del comercio regional en el océano pacífico, sobre todo en el marco del libre comercio creado por la Alianza del Pacífico.
Nacionalismos reaccionarios
Tanto la burguesía de El Salvador como la de Honduras, están enarbolando banderas nacionalistas reaccionarias, que van incluso contra los tratados de integración centroamericana que ellas mismas han firmado.
Las élites gobernantes quieren aprovechar los sentimientos nacionalistas en función de sus mezquinos intereses. A la oligarquía cachureca de Honduras la conocemos por sus posiciones reaccionarias, pero desde la izquierda el gobierno del FMLN y del Presidente Funes se ha convertido en vocero y fiel defensor de los intereses de las 14 familias y de la burguesía emergente que aspira a obtener una buena parte del pastel con las concesiones en el puerto de la Unión.
En este conflicto se han dado casos de abusos contra los pescadores artesanales de ambos países. Los pescadores artesanales de El Salvador, Honduras y Nicaragua, tienen derecho a realizar sus actividades sin represalias ni amenazas de ninguna especie. Ellos son los mejores guardianes del medioambiente y de la necesidad de terminar con las artificiales fronteras nacionales.
Otros intereses
Ya hemos visto que el principal conflicto se origina en la competencia de los puertos de Amapala y de la Unión. Pero también hay intereses específicos de la oligarquía de Honduras, que pretende crear “La Ruta del Sol”, como proyecto turístico relacionado con la creación de las Ciudades Modelo, ahora como Zonas de Empleo y Desarrollo Económico (ZEDE), con gobiernos autónomos y reglamentos propios dentro del territorio hondureño. Una de las ciudades modelo por construir se ubica precisamente en la Isla Zacate Grande, limítrofe en el Golfo de Fonseca.
Juan Orlando Hernández, Presidente de Honduras, está aprovechando el conflicto por isla Conejo para impulsar una campaña publicitaria destinada a imponer una posible reelección. A pesar de haber asumido el gobierno hace 3 meses, se encuentra en abierta campaña electoral.
Crece el armamentismo
Recientemente Juan Orlando Hernández, presidente de Honduras, confirmó que con la ayuda del gobierno de Brasil renovará la flota aérea de ese país, la mejor de Centroamérica, y comprarán nuevos aviones de combate, manifestando al respecto: “con respecto al reequipamiento, al apoyo, estamos trabajando con Brasil; ya existe un convenio entre ambos Estados que se firmó en el Gobierno anterior y ese va a ser el marco de colaboración”.
Por su parte, Zenic Krawctschuk embajador de Brasil en Honduras manifestó que "se trata de la rehabilitación de nueve Tucanos T27 y modernización, más tres que están en recuperación. Si se recuerda, estos Tucanos fueron comprados en Brasil en 1984, así que la idea es modernizarlos, de manera que tendrán todavía unos 15 a 20 años de vida útil y que dependerá del financiamiento, disponibilidad de recursos de Honduras, es una operación muy compleja”.
El gobierno de El Salvador, por su parte, está haciendo lo mismo. El año pasado, el gobierno de Funes anunció la compra de 12 aviones al gobierno de Chile con el pretexto de modernizar la Fuerza Área Salvadoreña (FAS). En esa ocasión, el presidente Funes manifestó: “No es un tema que esté relacionado con la isla Conejo. Quien puso en agenda el tema de la isla Conejo fue Honduras, quien lo ha utilizado electoralmente es el presidente de Honduras”… argumentando “necesitamos reforzar la flota por un tema de balance regional, no de ser agresivos frente a otros países, por un simple tema de balance regional de las unidades militares, en este caso, de las aeronaves con que cuentan los demás países que nos superan, nos superan con creces a El Salvador” (Diario el Mundo 29/10/2013).
Referéndum y Asamblea Constituyente Centroamericana
La burguesía de El Salvador no cumple con su propia Constitución. El gobierno del FMLN dice ser respetuoso de la reaccionaria Constitución, pero se olvida que el artículo 89, establece que: El Salvador alentará y promoverá la integración humana, económica, social y cultural con las repúblicas americanas y especialmente con las del istmo centroamericano. La integración podrá efectuarse mediante tratados o convenios con las repúblicas interesadas, los cuales podrán contemplar la creación de organismos con funciones supranacionales. También propiciará la reconstrucción total o parcial de la República de Centro América, en forma unitaria, federal o confederada, con plena garantía de respeto a los principios democráticos y republicanos y de los derechos individuales y sociales de sus habitantes. El proyecto y bases de la unión se someterán a consulta popular”.
En vez de promover la reconstrucción del Estado Federal Centroamericano, el gobierno del FMLN prefiere mantener el conflicto con Honduras, defendiendo los intereses económicos de las 14 familias salvadoreñas.
Para los socialistas centroamericanos, las artificiales fronteras de los Estados que resultaron de la desmembración del Estado centroamericano, han sido sostenidas por las burguesías de cada una de las republiquitas, con el objetivo de defender sus privilegios de patronos, por eso defienden “su” Estado, “su” territorio y no los intereses globales de la nación centroamericana y de los trabajadores. Incluso, estas burguesías de la región centroamericana, aunque aplican al pie de la letra las políticas económicas de los diferentes imperialismos, se resisten a reconstruir el Estado Centroamericano. De igual manera que los feudos europeos en la Edad Media, en este caso pretenden mantener las artificiales fronteras de los Estados nacionales en bancarrota. Solamente los trabajadores podremos reconstruir el Estado Federal, unificando a la nación centroamericana.
Unidad de los trabajadores y pueblos de Centroamérica
Las burguesías con sus Tratados Libre Comercio y la globalización capitalista, derrumban las artificiales fronteras nacionales, pero cuando se trata de defender sus intereses recurren al nacionalismo reaccionario, defendiendo la “soberanía nacional”.
En esta ocasión en que la derecha arenera viene de sufrir otra derrota por parte del FMLN, de manera táctica quiere hacer florecer el nacionalismo al criticar la pasividad del actual gobierno respecto a las acciones realizadas por el gobierno de Honduras, y reclaman que el actual gobierno no ha hecho nada en defensa de la soberanía. La clase trabajadora, los campesinos, los pueblos originarios y demás sectores populares de Honduras y de El Salvador debemos de rechazar todo intento de conflicto entre ambos Estados. Por el contrario, debemos terminar con la paz de los ricos y armar una campaña en contra de las clases dominantes.
Los trabajadores centroamericanos debemos luchar unidos por el gran ideal Morazánico de una Centroamérica unida bajo un Estado Federal, pero en el Siglo XXI esto será posible únicamente bajo el sistema socialista.
El Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) lucha por la reunificación de los pueblos de Centroamérica, incluidos Belice y Panamá. Condenamos la actitud de los gobiernos burgueses de El Salvador y Honduras, que mantienen un absurdo conflicto territorial por la defensa de sus propios intereses económicos, en vez de resolver los problemas reales como el desempleo, la inseguridad, la pobreza, etc.
Por todo lo anteriormente expuesto, el PSOCA llama a luchar por los siguientes puntos:
1.-  Retiro de las Fuerzas Armadas de Honduras de la Isla Conejo, así como el retiro de las Fuerzas Armadas de El Salvador, en las cercanías de dicha isla.
2.- Unidad de los trabajadores salvadoreños, hondureños y centroamericanos para superar las artificiales fronteras nacionales que nos separan.
3. Exijamos la reducción de los gastos militares y que estos fondos sean trasladados a la educación y salud públicas, bajo control de los sindicatos.
4. Terminar con los conflictos territoriales de Centroamérica, para ello debemos exigir la implementación de referéndums como mecanismo de consulta popular que nos permita la reconstrucción y reunificación de Centroamérica, hasta lograr la convocatoria de una gran Asamblea Nacional Constituyente Centroamericana que reconstruya el Estado Federal. El PSOCA siempre luchará por un Estado Federal Socialista. La tarea histórica de la reunificación de Centroamérica, incluidos los territorios de Belice y Panamá, sigue pendiente. Es la gran tarea que debemos realizar.
REUNIFICACIÓN SOCIALISTA DE CENTROAMÉRICA O MUERTE!!

Partido Socialista Centroamericano (PSOCA)